martes, 27 de octubre de 2009

The Big Lebowski

En esta película podemos ver al menos dos versiones de la revolución. La primera revolución viene de Walter, que utiliza la guerra en Vietnam (que paso 20 años antes del argumento de la película) para defenderse en todos casos. Walter cree que su trabajo excusa todas acciones ilegales o desagradables. Por ejemplo, no le molesta usar palabras ofensivas en un espacio público porque HA TRABAJADO EN LA GUERRA (o al menos sus amigos lo han hecho.) Siempre quiere aplicar las teorías y filosofías de los años setentas a las situaciones actuales. En su caso, la revolución justifica todo, hasta un punto muy extremo.
En el segundo caso, el Dude muestra un pacifismo extremo. No quiere luchar, pero quiere la paz. Aquí la revolución lo hace pensar en problemas menos importantes que pueden ser resueltos en la vez de reconocer cosas irreparables que son importantes. Cuando los alemanes fuerzan la entrada de su casa, el Dude enfoca su energía en el tapete, que “ties the room together” y no en las baldosas del baño que cuestan mucho más. Sabe que las baldosas son demasiado caros para arreglar, y pues no les da su atención. Este forma de revolución es ignorante y no puede tener éxito porque hay siempre fuerzas irreparables a las cuales tenemos que enfrentarnos.

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